La Torre, Un Cuento Viejo

Erase una vez una ciudad cuyo lugar de Antioquia todos conocen, que tienen una serie de consecuencias, de hechos, de verdades, de mentiras y de fantasías que todos querían creer.

Este es un cuento muy viejo, que la palabra cuento no los confunda y sí que menos la palabra viejo…

“Tan enjuto, tan sarmentoso, que cuando en las grandes festividades echaba a vuelos las campanas, parecía una prolongación de los rejos litúrgicos. La célibe torre y el campanario eran una biografía. Más de medio siglo entre toques fúnebres y alegres, enmarcaba su existencia. Desde el lado opuesto de la basílica la contemplaba con fruición. Y la veía hermosa en su magnificencia. Se robaba el paisaje aquella solitaria torre. Y se le antojaba, contra el azul inigualable, a manera de un gigantesco dedo que señalara a los mortales el camino de la inmortalidad.” Extraído del “El Campanero” de Jorge Robledo Ortiz.

De Santa Fe de Antioquia se han escrito muchas versiones respecto a su fundación, de su gran ramillete sacerdotal, de los poetas, pintores, artesanos, joyeros, orfebres, espantos, casas viejas, personajes comunes, de muertos, de puentes, de los fundadores y dictadores, pero no se sabe nada de la torre; solo de la catedral como tal, el estilo de su frontis, naves, altares, de las obras que protege, de las múltiples ceremonias y actos religiosos; pero nadie habla de la torre. No nos importa que no suenen todas las campanas, quizás el único que le hace falta escucharlas es al Obispo Emerito Eladio Acosta, que es el único enamorado del sonar de ellas.

Tampoco nos importa que el reloj por un lado siempre sean las diez y que por el otro las diez y cuarto, y si que menos… que la parte mas alta de la torre sé este hundiendo debido al gran peso que soporta con ese feo y descomunal aparatejo o pararrayos, que ubicaron en su punta; claro que sea aun menos importante contemplar la idea que es supremamente difícil acceder a la parte más alta del campanario.

La iglesia central de Santa Fe de Antioquia antes de contar con la que ahora existe cuenta con una historia descrita más o menos así por Tomas Castrillo:

La primera piedra del templo empieza hacia 1.566.  La cual el primer templo tenia cinco naves y servia como cementerio, era una modesta construcción con bahareque y techo de paja, esta iglesia se llamo “La Pura y Limpia” en la noche del 21 de agosto de 1.657 un violento rayo descargo su furia y la destruyo sin misericordia, probablemente nuestro Dios no estaba a gusto con esa humilde iglesia parroquial.

El segundo templo tenia tres naves divididas por dos series paralelas de pilares, una torre en la cual aparecían dos campanas fundidas en la misma ciudad de Antioquia, el frontis tenia tres puertas y dos sacristías, adyacente al templo se encontraba la “Cárcel de los clérigos” que era un cuarto con una sola puerta y sin ventanas, el templo era de mayor capacidad, era en tapia y techo de tejas y fue construido sobre las ruinas del anterior en tan solo tres años por Felipe de Herrera, lo cual tuvo un costo de siete mil pesos oro de veinte quilates.

Esta iglesia a petición del obispo de Popayán Vasco Jacinto en el año de 1.702  dispuso que se levantara media vara mas las paredes del templo y acto seguido se techara de nuevo, así duró siglo y medio hasta que el oidor Mon y Velarde debido a que varias veces se

tuvo que reparar, hasta el punto que en 1.724 hubo necesidad de cambiar el techo, decidió la demolición.

En el tercer templo el doctor Víctor Salcedo Gobernador de la provincia colocó la primera piedra el 27 de marzo de 1.799, Para dirigir esta obra estaban los hermanos Manuel Antonio y Juan Esteban Martínez los cuales en este cuento solo se menciona a uno;  más adelante relataremos mas sobre los creadores, pensemos como este templo neoclasicismo español, surgió como una reacción contra el barroco y su hermosa torre.

En Santa Fe de Antioquia hay muchas historias sorprendentes en torno a la catedral, y cosas en las cuales las creencias populares las vuelven realidad, como el fantasma que cuenta Mercedita Gómez, respecto a la mujer que entró a la catedral un Jueves Santo a las doce de la noche en 1.880 a adorar al santísimo estando las puertas cerradas por dentro y por fuera, mientras el sacristán dormía y el padre Valerio se preguntaba; quien era la mujer que en ningún momento se dejo ver la cara y de repente se desapareció estando cerradas las puertas.

La burra que salía en la Semana Santa el domingo de ramos, que después de ser expulsada por algún obispo escrupuloso al año siguiente; amaneció muerta en todo el atrio debido a que para lo único que servia la burra, era para cargar encima tan preciosa imagen de un escultor vengativo e irresponsable.

Al igual que el hermoso palo de guayaba que crece en toda una esquina superior del frontis, en donde nadie sabe quién coge sus frutos, pero que lleva mas de 58 años en ese punto y que  lo han cortado y vuelve a salir, además, lo han intentado secar con petróleo y los intentos han sido en vano; o sea la única catedral del país con su propia cosecha en la fachada.

Una ciudad que está tan bien, que no necesita nada porque es la cuna de la raza, en donde se firmó el acta de independencia de Antioquia, en donde contamos con las casas más antiguas del Departamento, como lo comentó cierto restaurante que asegura que su local colonial, tiene mas de 400 años; contamos con la casa de la fundición, de huéspedes ilustres, con una economía turística inigualable, en donde el turista trae todo de otras ciudades y sólo nos deja la basura, con una maravilla de sitios naturales como el Salto, la Chorquina, la Penà como dice el directorio telefónico.

Este cuento no tiene un final feliz, solo tiene una realidad que espero sirva para poder emprender  una lucha, organizar y defender nuestra casa. Todo empezó cuando en cierto mes, de cierto año, el señor Jorge R. fundó una villa, que fue fusionada con una Santa y mucha Fe, que llamó Antioquia… Luego al tiempo llegó una loca y regaló una identificación a este pequeño mundo de propiedad de los españoles a pesar de que quedaba tan lejos de Europa.

En esta pequeña ciudad no todo era paz y tranquilidad, se estaban forjando y construyendo una historia que aun se conoce y se desconoce por los actuales moradores de la misma.

En este cuento que parece una fábula, debido a la cantidad de animales que ofenden a la ciudad, se quiere contar un hecho que espero que todos lo tomen por el lado irónico, pero real, claro sin ofender.

Bueno, pero este cuento parece una historia fantástica en donde todos tienen su versión de los hechos, de los años, los días y no las horas de lo que sucede en esta Antioquia.

Primero, una pequeña iglesia que un incendio la destruyó en 1.656 y después otra que fue demolida para que en el siglo XVIII se realizaran los primeros preparativos para construir un templo que cumpla las necesidades de monumentalidad; que requiere la religión para sentirse segura del convencimiento que debe tener cada ser del mundo en un Dios todopoderoso.

Después de muchos esfuerzos el gestor de la magna obra fue el ilustre Don Juan Esteban Martínez y Ferreiro, el hombre docto, arquitecto de luengo estudioso, corresponsal de profesionales de lo suyo en la Europa, que entiende de álgebras y geometrías y se entretiene con la ciencia de los arcos, de los dinteles y de los umbrales. Después de cuarenta años el templo llego a su fin en el año de 1837. “Y tu, inmaculada Concepción, inspiradora y animadora de don Juan Esteban, que desde hace un siglo contemplas, con ojos amorosos, el desfilar de los hijos de la ciudad por las anchas naves, ve que se cumplan los deseos de ese hijo predilecto de  gracia y de tu corazón. Asístelo en tus demandas. Fuiste para él durante los cuarenta años de lucha el faro de su esperanza y el motor de su actividad. Sé ahora la eficacia de sus ruegos, por los siglos de los siglos.” Extraído del “Álbum de Oro”

Como dicen algunos, después de sacrificar mucho trabajo, dinero y esclavos por la fe cristiana, se logró crear con ladrillo, piedra y mezcla real, tres naves, con una longitud de 51,25 mts, latitud de 22,60 mts, altura máxima de 45 mts, formando así una catedral de estilo renacentista español (neoclásico) con una hermosa torre que sirvió de cárcel para sacerdotes. El diseñador arquitectónico fue Fray Domingo Pérez (Petrés.)

Otro de los desconocidos era el Indio Ortiz, que en el momento de su muerte fue un gran tropiezo, ya que el alarife Bogotano empezaría la construcción de los arcos, pero afortunadamente su hijo sacó su gran espíritu y conocimientos y logró unir las columnas de esos magníficos arcos.

“El templo es hoy la guarda de la ciudad, pararrayos de la cólera divina en horas de culpable abandono y mano mediadora del día del mérito, ante el Altísimo, cuando el pueblo sufre.”

En esta historia el protagonista es la torre que se levanta como el monumento mas alto de la colonia, muchos hacen parte directa o indirectamente con la torre, como el que actualmente agita sus campanas, el administrador de la catedral, el restaurador, el cristiano, el que se basa en el repicar de las campanas para saber cuando empieza y termina el día, el artista que busca el mejor ángulo para capturar su esplendor, el desinteresado que espera que lo cubra del sol, el preocupado, porque algún día no le toque escuchar el increíble pero aterrador golpe de la caída de la torre, el Campanero José Guzmán Bartolo, que hace más de 60 años, una tarde calurosa a eso de las cuatro, se desprendió  de lo

mas alto y logró agrietar un costado del atrio de la catedral.

“El estilo románico de la torre sabe sacar de la piedra tosca, del ladrillo ordinario, de la cal y de la arena, por medio del arquitecto, la lección magnifica de las mas sólidas y mas robustas virtudes cristianas.”

La torre esta dividida en 5 partes, cuatro pisos y la cúspide en forma de pirámide y bien determinada por cornisones mas complejos a cada elevación; sostenidos por columnas empotradas de caras rectangulares.

Tomas Castrillón en el tomo IX de diseño. Santa fe de Antioquia realizado en el año de 1979 describe como es la torre así: los tres primeros pisos de la torre son de interior iluminado por finas celosías de madera, la cuarta división esta hecha de ventanales rematados en arcos de medio punto.

Los dos primeros pisos están dedicados a la habitación de los campaneros; el tercero esta ocupado por el reloj de dos mostrarios y el cuarto por  el campanario, compuesto éste por ocho campanas de distintos tamaños y sonidos. Dos de ellas fueron funddas en Antioquia a orden del gobernados Fernández de Heredia, otra es procedente de Buriticá, la campana mayor, está defectuosa desde la fábrica.

La quinta división es, con el cornisamiento del cuarto piso y el propio una complicada base la cual descansa la cúspide, bella atrevida pirámide.

 Pasando por los tres primeros pisos, los cuales sirven de “descanso”, se asciende el cuarto por el interior de la torre, mediante una escalinata de madera, asegurada a los cuatro paredones.

El señor Rueda, sexto Obispo de Antioquia, decretó en su tiempo (1.893-1.902) la construcción de la segunda torre, pero el decreto no tuvo cumplimiento a causa de la guerra de los “mil días” y así quedó para siempre una sola torre. “Y en su frente tus rayos resplandezcan con nueva vida y gloria”; En el año de 1966 cuando el reloj de la torre marcaba las 10:00 p.m. esa Oda pronunciada en Antioquia el 6 de diciembre de 1.837, se convirtió en un pronostico de la lenta y progresiva caída del símbolo de Antioquia.

Esa noche llovía y la torre se preparaba para recibir un golpe que todos pensaban que soportaría, el pararrayos de la torre puede con todo; claro, pero menos con los ladrones que despojaban del plomo, para utilizarlo en redes para la pesca; esa noche muchos sentían que la torre se vendría abajo, cuando el fuerte estruendo bajó iluminado a gran velocidad por la torre, agrietándola y desprendiéndole algunas piedras…

Al otro día se buscaban respuestas pero era demasiado tarde.

En son de detener la furia de la gravedad y de las posibles fallas arquitectónicas, en un afán desesperado y rápido por el año 70, el maestro Flórez, se trepa a la torre y realiza unos amarres en las cornisas superiores, para intentar asegurar la torre; y evitar que se desgaje, que cada día no se convirtiera en la torre inclinada de pisa, que se hunde más y más.

En el diseño de la catedral, la torre es un elemento que no esta sostenido o pegado al frontis de la iglesia, si no que estructuralmente con bases independientes, por eso no es raro escuchar que un loco o un muy avispado vio como en algún temblor la torre discutía con el resto del templo y el uno se movía y el otro lo empujaba, se podía ver, cómo por instantes se aflojaban las manos y parecía que se fueran cada uno para un lado distinto.

En una mañana un dormido sé reacomodoó en su sueño y en forma de temblor sacudió las tierras de la Cuna de la Raza y sorprendió a algunos parroquianos que se encontraban orando a eso de las siete de la mañana en la catedral, en ese instante todos salieron despavoridos sin tener tiempo de persignarse; todos menos uno que salió campante sin problema y muy sereno, al llegar a la puerta del costado de la torre por donde sale la imagen del Cristo en Semana Santa, se detuvo y se quedó allí, todo el tiempo del temblor, mientras los demás le gritaban que se quitara que la torre se iba a caer, pero el respondió que si se iba a morir era porque le tocaba, y me imagino que tenia su conciencia tranquila, pero los demás con desespero le gritaban, porque miraban desde el parque principal como bailaba de adelante para atrás todo el templo.

Ese día no paso nada y el valiente fue nuestro muy querido Belisario

Los temblores son grandes fuerzas tectónicas que se intentan acomodar y gracias a la maravillosa arquitectura de la catedral, no la han podio derribar, algunos aseguran que las bases de templo llegan a extenderse hasta un cuarto del parque principal y que respecto a la profundidad no se puede describir. Debido a que la torre es independiente se contempló la idea de crear otra como acompañante, pero esta idea solo algunos rastros de las bases lo confirman; me imagino que el costo fue uno de los inconvenientes, ya que colectados en un cabildo abierto se reunieron cinco mil pesos y la obra costaría más de trescientos mil.

La torre mira a su alrededor y esto es lo que ve, por un lado un parque que era plaza de armas que se llama Simón Bolívar, pero no esta por ningún lado, por lo tanto está Juan del Corral, por fuera de

su casa y de su mesa, una pila de agua que nunca cumple deseos, es más no pudo satisfacer el deseo de que la colocaran en todo el frente de la iglesia junto al atrio, un Palacio Consistorial que para algunos en su restauración es lo mejor que ha tenido esta ciudad, pero para otros fue el mayor despilfarro de dinero que se ha realizado ya que se terminó a la carrera y a la brava, porque no se estaba cumpliendo con lo pactado, gastos como millones en chapas que no están y destrucción de paredes de ladrillo y mezcla real, remplazadas supuestamente por ladrillos comunes y cemento.

La torre sigue viendo una corraleja popular, que mas bien parece un partido de fútbol en donde el balón son las mimas personas, un parque con dos pilas más de agua que sirven de base a los tahúres, claro, adornado por el trago típico de la región, en fin, la torre sigue observando otro barrio en

crecimiento que ya parece independiente de esta ciudad y se está convirtiendo en la nueva Antioquia, no donde vivieron los historiadores, colonizadores, obispos, poetas, sino la de los que en su afán de salir adelante construyen una vida en cualquier hueco. La torre por un lado ve casas que se derrumban que son mías y suyas. Junto a la torre hace algunos años murió un grande que todos amparó, y que todos disfrutamos de el, que durante muchos años parecía el bordón de la torre; El mango, aquel mango en el que algunos fusilaron o violaron o se quedaron dormidos bajo el arrullo de sus hojas; aquel mango que calmó el hambre y la sed a aquellos que bajando a misa en la madrugada, encontraban un dulce reguero en el piso del preciado fruto, ya no está, pero en su reemplazo uno nuevo que intenta crecer a pesar de los constantes atentados de piedra de los doblemente antioqueños.

La catedral tiene la torre adosada al lado del Evangelio como lo escribió el hombre que sabe cuáles son las riquezas de Antioquia, como: el Cristo que ocupa el camarín del altar mayor y fue traído por el cura Francisco José Laserna y Palacio, junto con las imágenes de la Soledad, San Juan y la Magdalena.

Un cristo que es la máxima expresión de fe, que tiene el mundo cristiano, reflejado en una hermosa imagen que con mucha devoción pasean por las calles de la ciudad un jueves Santo; en donde soportar  el peso, que llevan los nazarenos, superior a 50 kilos aproximadamente durante dos horas, solo se puede llevar gracias a lo majestuoso  y todopoderoso que es el Creador; pero a pesar de esto una imagen del siglo XVII tuvo que ser restaurada en una época y debió ser

 llevado a la ciudad de Bogotá y para poder pagar el costo se realizaron rifas y actividades para este fin, alguna de estas rifas, está la de un revólver que de manera jocosa lo cuentan sus cargueros y mayordomos, en esta semana las campanas descansan en la tarde que el señor muere pero luego, en el momento en que se canta gloria las campanas se alegran como el primer día en que se tocaron.

“Y las campanas, oh las campanas como se suspendes los parloteos para dar paso a las complacencias del oído cuando campanas mayores y menores repican! Y si es el ángelus, cuanto de celestes devociones provoca el resonar de los bronces”

En la torre se encuentra 6 campanas y 5 cuerdas… Cómo se toca la otra, con mucha fe dirán algunos.

Una grande y monumental que retumba como un huracán, que aturde y anima al que esté mas sereno, que el solo escucharla en la lejanía nos recuerda nuestro espíritu de amor por lo nuestro, una campana que se oía hasta Obregón -era el decir- o sonaba muy duro o el ruido era muy poco en otras épocas, o Obregón era mas cerca de Antioquia, pero lo que importa es lo que pasó después de que se la llevaron a refundirla después de haberse averiado, claro una caritativa empresa textil que no tiene nada que ver con campanas, la arregló y la acabó de empeorar, convirtiendo a un divino canto en un desagradable caer de ollas; que si Julio Vives la escuchara no podría en su poema decir:

 “¡ Recuérdame, oh madre, oh mi tierra anciana!
Y siempre que suene la dulce campana
Que su soñoliento
Ángelus desgrana,”

Como cuando el rayo, después de todo ¡quien tiene la culpa! ¿y sí era esa la campana que se llevaron? no se necesita, si en realidad ya no importa si suena la campana, al fin y al cabo en Obregón también hay campanas y escuchan su propio tilín tilín. Y como ahora casi nadie usa sombrero ya no se lo quitan como antes al escuchar cada amanecer, medio día y atardecer, el sonido de las campanas que indican el rezo del ángelus.

En todo cuento siempre contamos con algo alegre, como que es el templo más iluminado en La Semana Mayor, que puede verse desde lo mas alto cuando se baja por las empinadas montañas de Sopetrán, San Jerónimo y sus alrededores; claro, menos en el 2003 que no fue posible porque una administración no pudo conseguir las bombillas para las lámparas.

La torre es la imagen de múltiples portadas de revistas, adorna la cabecera de un periódico y hasta ha sido carátula de discos; ha estado en incontables cuadros y exposiciones de todo el país; es filmada para poder ser parte de nuestro orgullo de programas televisivos y cineastas; es inspiradora para los artesanos que la convierten en réplicas para regalar y decorar, desde el hogar mas humilde hasta la mas refinada mansión; mejor dicho la catedral y su torre es una Berraquera, el que no se sienta orgulloso es por que no es Santafereño, ni paisa y sí que menos antioqueño o colombiano…

…Ahora bien, en este cuento que no tiene horas, hay misterio y dudas, que pasó con el reloj de la torre?, está malo?, esta guardado?, se perdió?, esta bueno?, o qué??  Divagando -alguien me dijo- no se si fue en tono jocoso o por simplemente dar una respuesta: ese reloj es inglés y lo armaron los franceses o algo así, y además tienes partes que son en oro y metales muy finos.

El reloj de la basílica no es el original que se colocó cuando estaba recién construida la catedral.  El primero fue donado junto con un órgano por el ilustrísimo señor Gómez Plata.  El que ahora está es supuestamente made in Colombia y supuesta mente hecho en Medellín. Que el reloj funciona, pero lo que vemos es solo los números y las manecillas, porque la maquinaria esta guardada en la sacristía, y las pesas que lleva el reloj no están.

Cuando el Ferrocarril llegó y tomo posesión de la torre cual conquistador siembra una bandera indicando que ese terreno es de su propiedad, así mismo bajaron el reloj asegurando que estaba bueno; antes de esto el reloj en tiempo atrás se llevó a reparar porque presentaba fallas o necesitaba mantenimiento, a un taller llamado San Rafael, que en la actualidad hace mucho rato dejo de existir.

El Ferrocarril cuando terminó de hacer el trabajo, que era el de un amarre general a la torre, su director en un tono muy torre de Babel dijo: “En Antioquia se puede caer todo menos esta torre”,  ojalá Dios lo escuche, porque los hechos están demostrando otra cosa. La excusa para restaurar la torre fue que debido a los rayos y temblores, la torre se estaba separando por los arcos de la parte superior, donde están las campanas y los relojes. Que la construcción no se caería para un lado sino que se abriría como se abre el San Joaquín,  por eso se invirtieron algunos pesitos para las impresionantes vigas que colocaron internamente y para desarmar y dejar arrumadas las escalas, debido a que esto se hizo bajo etapas y que esta es la hora que me imagino que hacen falta otras cuantas monedas, para colocar un medio para subir a lo mas alto e instalar el reloj. Una etapa que en papeles duró cinco años y que en realidad se calcula casi el doble, que según los que entienden el trabajo fue innecesario y que si la torre se cae es debido al exagerado pararrayos que instalaron en lo más alto, que lo único que esta haciendo es hundir la punta, porque la torre  en su punta, es mas débil, pues el material de esa pirámide es coca y es hecha de pura cañabrava, que ya está demostrando que está muy frágil, las grietas ya sonríen y las lluvias formaron goteras y las palomas cuentan con una pequeña piscina en lo mas alto por el estancamiento del agua. El pararrayos está mal instalado y los otros dos de la catedral no se saben sin cumple con el fin que fueron creados.

Torre de la catedral

Será esperar a que caiga un rayo y que se equivoquen los desconfiados y los precavidos y también nosotros los que no tenemos idea de cómo instalar un pararrayos.

El reloj tiene algo diferente debido al numero romano, numero cuatro, ya que este son cuatro palitos y no uno y la uvé como nos enseñaron en la escuela, no tiene segundero y no hay un tercer reloj que le diga la hora a la Amargura y al Llano de Bolívar. Cuando dejamos que se nos quite algo tan simple como saber la hora de nuestro propio reloj, estamos expuesto a que algún día se lleven la fiesta de los diablitos para el carnaval de Barranquilla, que la “Candela” sea el trago típico de Cali, que la mesa del acta de independencia se la regale Uribe a los Estados Unidos; al fin y al cabo, nos quitaron la capital del Departamento, la corona de la virgen , medio Cauca y hasta el cuadro mas antiguo del Departamento que ahora está en el Poblado, qué podemos esperar; el Puente Occidente lo hizo Sopetrán, es de Olaya y todos los créditos son de Antioquia, el túnel lo esta haciendo Medellín,esta en Ebejico y los créditos son de Antioquia, la Casa de las dos palmas la hizo una empresa de televisión, son tres palmas y los créditos son de Antioquia, famosa por la pulpa, el tamarindo lo traen de Sopetrán y los créditos son de Antioquia; La más turística y el turista compra todo en Medellín y el desorden lo deja acá.

“Santa fe, fuera de su catedral / basílica, no tiene arrolladoras edificaciones.“No busquéis -decía el maestro Azorin- el espíritu de la historia y de la raza, en los monumentos.

Buscadlo en el mundo de las pequeños hechos” El objetivo de este trabajo es intentar ver la historia desde otro punto de vista y crear conciencia en las próximas generaciones de que debemos de cuidar lo que tenemos, pero no encerrándolo en una urna donde nadie lo puede tocar, sino todo lo contrario:

mostrando que lo que nos cuesta no lo hagamos fiesta, que algunos de mis sueños sean realidad, como el de convertir a Santa Fe de Antioquia en no sólo un atractivo turístico, sino cultural.  Ejemplo, poder subir a la torre y contemplar la tierra del Mariscal Jorge Robledo, tener llena las calles de artistas, fotógrafos y cineastas, intentando capturar la esencia del color, tener las iglesias llenas de estudiantes que viven en carne propia la historia y estudian el arte a plenitud, estar cansados de los arquitectos que analizan las casa buscando descifrar la esencia de esos constructores, que con inferior conocimiento hicieron maravillas como: la barroca iglesia de Santa Bárbara que no contiene ni una sola barrilla de acero, un puente que hizo un bohemio, una catedral que fue hecha con cientos de esclavos, unos camino trazados con picos y palas. Soñar que lo realmente antioqueño es usted, no por estar rodeado de caserones, sino porque queremos lo que con tanto esfuerzo construyeron, y el mejor ejemplo es demostrar en todo momento que somos doblemente antioqueños, este es el objetivo, y con respecto a la torre nuestros ojos no la verán caer, pero se nos esta cayendo, que no nos pase como aquella iglesia que horas antes de la misa decidió descansar su pesado techo sobre las bancas, para solicitar ayuda por que no le estaban prestando atención a la pequeña Ermita de los Mártires

Fernando Gómez Martínez en la oración de la catedral afirma:

 “ Como Roma sin la Cúpula de San Pedro, como París sin su Torre Eiffel o como Sevilla sin su Giralda, esta ciudad de Antioquia quedaría mutilada y baldada sin su catedral. ¿Cómo poder entender nosotros, los que nos levantamos a su sombra, que un día pueda desaparecer, dispersas sus piedras, derruida su techumbre, hechas muñones sus columnas?”

Como cuando en el año 1.868, se cerraron las puertas de la catedral y luego cuando el Presbítero Leal abrió las puertas cerradas desde hacia cinco años, la multitud apiñada en el atrio invadió las naves, estalló la pólvora y las cinco campanas de la torre radiaron alegría. Así mismo debemos luchar por conservar no solo la torre sino la cantidad de riquezas que tienen los Santafereños.

CONCLUSIONES

La historia no es solo lo que pasó en otras épocas, la historia es el presente que construimos constantemente con los hechos, la torre es un icono que debe marcar una diferencia, no debemos simbolizarnos en cosas que realmente no son nuestras, tenemos que adoptar a Santa Fe de Antioquia completa, no sólo con lo bueno, Antioquia es la Maquea, la Barranca, el kilómetro Dos o los que viven debajo del puente. La torre debe dejar de ser el orinal de los borrachos y gamines; nada ganamos con saber toda la historia de la conquista de Antioquia o de Colombia si no se ejerce una labor en la cual se viva la historia, ¿tenemos que esperar que pase lo peor para entender? … Pienso que no.

En esta tierra donde fue la primera Fundación en el territorio interior del Departamento, la primera capital civil por mas de 250 años, la primera sede episcopal, la primera parroquia permanente, la primera donde se formó el primer hogar propiamente antioqueño, el primer colegio, el primer hospital, el primer seminario, la primera catedral, la primera basílica menor, el primer centro de historia, la primera en recibir el titulo de ciudad y escudo de armas, la primera Asamblea Constituyente, la primera en donde se declaró la independencia de Antioquia. No creo que la debemos dejar llegar al primer municipio que no valora su casa, o peor aun convertirnos en el último rincón paisa, cuando en realidad somos lo mejor que tiene el Occidente Antioqueño.

Para finalizar este cuento, desafortunadamente, no hay ningún documento o escritos claros sobre la torre y tampoco sabemos el significado conceptual, y sí que menos decir que la torre es un cuento viejo por solo tener 167 años de lucha en pie señalando el creador.

Leonardo Alcaraz Sepúlveda 14 de noviembre 2004

Bibliografía

LOS QUE SON Y LOS QUE FUERON Volumen v Fernando Gómez Martínez
150 AÑOS DE HISTORIA sesquicentenario de la consagración de la catedral 1837- Santa Fe de Antioquia – 1987
SIGLO Y MEDIO DE LA CATEDRAL DE ANTIOQUIA 1837 – Diciembre 6 – 1987
MI TIERRA Gran álbum de Antioquia y Medellín § EL PRIMER CENTENARIO DE LA CONSAGRACIÓN DE LA CATEDRAL: 1837 – 1937
MUNICIPIOS DE MI TIERRA Periódico El Mundo § GUÍA DE SANTA FE DE ANTIOQUIA Centro de Historia, Turantioquia, Lotería de Medellín
GUÍA TURÍSTICA. SANTA FE DE ANTIOQUIA Alcaldía Municipal 1.998 – 2.000
INVENTARIO DEL PATRIMONIO CULTURAL DE ANTIOQUIA Colecciones de Santa Fe de Antioquia
SANTA FE DE ANTIOQUIA MONUMENTO NACIONAL Comfenalco
ÁLBUM DE ORO
SANTA FE DE ANTIOQUIA 450 AÑOS Tradición y Semana Santa